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miércoles, 5 de octubre de 2016

Celia y sus amigos, Elena Fortún




Título: "Celia y sus amigos"
Autora: Elena Fortún (Encarnación Aragoneses)
Género: Novela infantil
Editorial: Alianza editorial (libro de bolsillo)
Tercera edición 2016
Dibujos de Gori Muñoz
Nº de páginas: 234
ISBN: 978-84-9104-312-6

Empezado a leer el 10-VII-2016
Acabado de leer el 21-VII-2016


Novela que narra la historia de una niña de siete años, Celia, perteneciente a la alta burguesía madrileña, a la que tachan de “rebelde”. En su momento, fue la lectura infantil predilecta de las niñas de esa edad y de las que fueron creciendo al mismo compás que el personaje.

La obra tiene, a mi modo de ver, dos lecturas:

- una, bajo el punto de vista infantil;
- otra, bajo un punto de vista adulto.

¿Por qué hago estas distinciones? Porque, con sinceridad, la novela tiene –como casi todas-, dos lecturas: en este caso una, la del mundo infantil y, otra, como digo más arriba, la del mundo adulto. Leerla ahora, a mi edad, hace que vea “las triquiñuelas” de los adultos es por ello que hay que regresar a la edad del “ya tienes uso de razón”, a los siete años de Celia para entenderla y admirarla.
Celia es una niña juguetona, inteligente, la tachan de rebelde cuando, su único pecado es ser eso: una niña con una imaginación desbordante, que sorprende, que puede ver un barco en una caja de madera y navegar en él por un estanque y sentirse un capitán pirata acompañado por sus amigos bucaneros... Una mocita que no para quieta, alegre, curiosa como, me temo, que todos lo fuimos. Como deberíamos de seguir siendo: unos niños grandes que no han perdido ni su ilusión, ni su bondad y, menos aún, su amor por todos los que nos rodean hagan lo que hagan y piensen lo que piensen porque –en esa bondad que no debimos perder- está la base del entendimiento y del amor.
La otra cara de la lectura me lleva al mundo adulto, sobre todo al de la madre. Hay que tener en cuenta que “Celia y sus amigos” apareció en el año 1935, seguro que la autora la escribió uno o dos años antes y, además, que Elena Fortún nació en el año 1885, es decir, en las postrimerías del siglo XIX. ¿Qué quiero decir con esto? Simplemente que la educación decimonónica de “Elena” se deja entrever en ese mundo adulto que rodea a Celia aunque la escritora no pensara de ese modo e, incluso, me atrevo a aventurar que la sociedad que describe en torno a la niña, muy real, es una sociedad a la que ni quiere ni le parece digna de pertenecer por trasnochada.
Bajo el punto de vista adulto, Encarnación Aragoneses / Elena Fortún, representa la figura de una madre típica del siglo XIX: Celia le produce jaqueca con sus preguntas, con su movimiento constante, con sus invenciones… De ahí que acabe en un colegio interna donde, los mismos adultos –sus educadoras- tratan de infundirle miedo inventando personajes malignos que la raptarán e, incluso, llegan al absurdo de enmascararse con capas y falsos dientes (de ajo), o gran estatura (zancos). Pero Celia no es tonta, tampoco cobarde y descubre todas las trampas; no queda otra que sacarla del colegio y que regrese a la casa durante las vacaciones en las que disfrutará, para disgusto de su madre, de nuevas aventuras junto a sus amigos y hermanito.
Celia trata de quitarse de encima lo encorsetado de la sociedad que la rodea porque, al fin, es una niña cuyo único deseo es vivir la magia de la infancia.


En cuanto al estilo de la autora es ágil, directo, utiliza mucho el diálogo, no se pierde demasiado en las descripciones y, cuando las hay, son breves, concisas pero de gran precisión. ¡Vale la pena hacerse niño de nuevo y leer a esta autora y, sobre todo, disfrutar con “Celia y sus amigos”!



Biografía.- Encarnación Aragoneses de Urquijo (más conocida por su pseudónimo literario Elena Fortún) nació en Madrid en 1886 donde falleció el 8 de mayo de 1952. Era hija de de Manuela de Urquijo y Ribacova, de la nobleza vasca y de Leocadio Aragoneses y Esteban, alabardero de la Guardia Real. Pasaba los veranos en la villa segoviana de Abades, en casa de su abuelo paterno, don Isidro Aragoneses, fallecido en 1892. Estudió Filosofía y Letras en Madrid. Se casó en 1908 con Eusebio de Gorbea y Lemmi, militar republicano y también escritor, que tuvo que exiliarse tras la Guerra Civil y se suicidó en Buenos Aires el 16 de diciembre de 1948. Tuvieron dos hijos; el pequeño de ellos, Bolín, murió en 1920. Vivió sobre todo en Madrid, pero también residió en las islas Canarias, San Roque, Zaragoza, Barcelona, Valencia, Francia y Argentina.

Trayectoria literaria.- Empezó a escribir para la infancia en 1928, en la revista Blanco y Negro, resucitando la sección de Gente menuda, ya con el seudónimo de Elena Fortún. El 24 de junio de 1928 las historias de la niña madrileña Celia Gálvez de Montalbán, que cuestionaba el mundo de los adultos, cuajaron entre los lectores infantiles de manera tal que la editorial Aguilar se interesó por la obra. Así fueron viendo la luz títulos tan conocidos como Celia, lo que dice, Celia en el colegio, Celia y sus amigos, Celia novelista o Celia madrecita. El último, Celia en la revolución, permaneció inédito hasta hace poco, cuando se editó en 1987 por la editorial Aguilar; es un borrador de 1943. Trabajó en las revistas Blanco y Negro, Cosmópolis, Crónica y Semana, y en las infantiles Macaco, El Perro, el Ratón y el Gato y otras de España y América.

Creó celebérrimos personajes como Celia, el más popular, protagonista de una larga serie de novelas; Cuchifritín y Matonkiki, también protagonistas respectivos de ciclos novelísticos, y otros como Mila, Roenueces, el Mago Pirulo, el Profesor Bismuto, Lita y Lito y La Madrina. Elena Fortún comprendía como nadie hasta el momento la psicología infantil y se granjeó la simpatía de la infancia, que se podían identificar fácilmente con sus personajes rebeldes y reconocibles en la calle. Sabe cómo ponerse a la altura de los niños y entra en su mente y en sus ilusiones; sabe qué decirles y cómo hablarles, porque Elena Fortún toma partido, definitivamente, por el bando infantil.

No se comprometió en partido u organización política alguna, pero Encarna Aragoneses siempre fue republicana. Sus narraciones extensas han relegado al olvido su narrativa corta, muy abundante y de gran calidad. La mayor parte de estas historias se publicaron en las páginas de las revistas ya mencionadas (Gente Menuda, Crónica...) y muchas de ellas fueron recogidas después en dos volúmenes titulados Los cuentos que Celia cuenta a las niñas (1951) y Los cuentos que Celia cuenta a los niños (1952). Pero gran parte de los otros no han vuelto a ver la luz y merecen una adecuada recuperación.

Su última novela, Celia en la revolución, que quedó inédita durante años, narra la vida del miedo y del hambre en la retaguardia durante la Guerra Civil española.

“Yo me había figurado las revoluciones con muchedumbres aullando por las calles. Aquí hay silencio, polvo, suciedad, calor y hombres que ocupan el tranvía con fusiles al hombro”.

En la narración, Celia vive con un padre republicano y un primo falangista y no sabe quién de los dos lleva razón. Termina sola, se le muere un hijo con diez años y el otro y su marido se suicidan. Así acaba la novela: "Todos, uno tras otro, han ido dejándome sola antes de que me fuera". Dejó varias obras inéditas, posteriormente publicadas, entre ellas dos con elementos autobiográficos acerca de su dualidad sexual, tituladas Oculto sendero, y El camino es nuestro, y sobre su relación con la escritora y grafóloga Matilde Ras, relación que terminó cuando se exilió con su marido, militar republicano.

Obras
Serie de Celia
Celia, lo que dice (1929), colección de historias cortas publicadas en la revista Blanco y Negro.
Celia en el colegio (1932), colección de historias cortas publicadas en la revista Blanco y Negro.
Celia novelista (1934), colección de historias cortas publicadas en la revista Blanco y Negro.
Celia en el mundo (1934), colección de historias cortas publicadas en la revista Blanco y Negro.
Celia y sus amigos (1935)
Cuchifritín, el hermano de Celia (1935), hermano de Celia
Cuchifritín y sus primos (1935), hermano de Celia
Cuchifritín en casa de su abuelo (1936), hermano de Celia
Cuchifritín y Paquito (1936), hermano de Celia
Las travesuras de Matonkikí (1936), prima de Celia
Matonkikí y sus hermanas (1936), prima de Celia
Celia madrecita (1939) y reeditado por Renacimiento (2015)
Celia institutriz en América (1944) y reeditado por Renacimiento (2015)
El cuaderno de Celia (1947)
La hermana de Celia (Mila y Piolín) (1949)y reeditado por Renacimiento (2015)
Mila, Piolín y el burro (1949)
Celia se casa (cuenta Mila) (1950)
Patita y Mila, estudiantes (1951)
Los cuentos que Celia cuenta a las niñas (1951), volumen recopilatorio de escritos breves publicados en revistas como Gente Menuda y Crónica.
Los cuentos que Celia cuenta a los niños (1952), volumen recopilatorio de escritos breves publicados en revistas como Gente Menuda y Crónica.
Celia en la revolución (1987), borrador, editado 35 años tras su muerte. Reeditado por Renacimiento (2016)

Otras obras:
Canciones infantiles (1934), volumen recopilatorio de cuentos.
El bazar de todas las cosas (1935), libro de manualidades en donde enseñaba a hacer casas de muñecas, flores, juguetes, disfraces y marionetas.
Teatro para niños (1942), doce comedias. Reeditado por Renacimiento (2003)
El arte de contar cuentos a los niños (1947) y reeditado por Renacimiento (2013)
El mago Corifitos y otros cuentos de Celia
Pues señor... Cómo debe contarse el cuento y cuentos para ser contados
El camino es nuestro (Fundación Banco Santander, 2015)
Oculto sendero (Renacimiento, 2016)







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