Título: La Perla
Autor: Yukio Mishima
Edita: Alianza Editorial (Biblioteca Mishima)
Nº de páginas: 240 págs.
Encuadernación: Tapa blanda
bolsillo
Resumen del libro (según la
editorial): El presente volumen reúne una excelente selección, que es a la vez
un muestrario representativo de las principales inquietudes del autor. La
radical dificultad de las relaciones humanas, la obsesión por la muerte, la
ambigüedad sexual, la espiritualidad y la distorsión general propia de un país
sumamente tradicional zarandeado por su adaptación al vertiginoso siglo xx son
los principales referentes que podemos hallar en las diez narraciones que
integran La perla y otros cuentos.
Mi trabajo sobre este relato.- Se trata de un cuento bastante breve escrito en tercera
persona. La protagonista universal de la historia es la
perla, en torno a ella gira la vida de cinco mujeres de clase acomodada que se
reúnen una tarde para celebrar el cumpleaños de una de ellas, la señora Sasaki.
El punto de conflicto nace cuando a la señora
Sasaki, la anfitriona y agasajada, se le desengarza una perla del anillo que,
en el momento de arreglarse para dicha reunión considera el más apropiado en
lugar de ponerse diamantes. En lugar de guardar esa perla en un joyero, se
calla el percance y decide dejar la gema en el borde de la bandeja en la que se
encuentra la tarta de cumpleaños, adornada a su vez con perlas de
azúcar. La señora Sasaki no es sincera con sus amigas y prefiere no abandonar
la sala para guardar la joya que queda expuesta a que se extravíe, algo que
sucede más pronto que tarde.
La pérdida de la perla, ese objeto valioso,
apreciado por el hombre y tenido por una joya; un objeto nacido de una
impureza, es lo que da paso al conflicto que se plantea entre las mujeres
divididas en tres grupos:
- La señora Sasaki.- Mujer que cumple los años y
dueña de la perla, amiga de las otras cuatro mujeres pero no demasiado,
aunque no se especifica en qué grado de amistad se encuentra con respecto a sus
invitadas.
- Las señoras Azuma y Kasuga, íntimas amigas y
vecinas.
- Las señoras Yamamoto y Matsumara, sus relaciones
dejan mucho que desear. Puede decirse que se odian cordialmente.
Todas las miradas y todas las expectativas, tanto
las de estas cinco mujeres, como las del lector, convergen en el ansiado
objeto, la perla, que, al igual que La perla protagonista de la
novela homónima de John Steinbeck, lo único que consigue es alterar la paz, en
el primer caso de las cinco supuestas amigas; en el segundo, de una familia y,
por ende, de todo un pueblo. En el fondo ambas historias ponen de relieve lo
peor del ser humano.
De este relato en particular yo saco como
enseñanza:
1º) Que los problemas deben de hablarse para que
no se enconen, se sea o no amigo del contrario.
2º) Que se debe de ser sincero en todo momento. La
señora Sasaki, por ejemplo, al perder la perla se calla, ¿por qué? ¿Por qué su
joya se devaluará? ¿Por no quedar en ridículo frente a sus invitadas? Creo que
la sinceridad es mejor que aparecer como una “oportunista” que, perla que le
regalan para congraciarse con ella, aún a sabiendas de que no es la suya, la
admite como tal. A la vista de todos se percibe su degradación moral, su
hipocresía, casi su ambición.
3º) Que en algunas ocasiones, al tratar de hacer
el bien, se consigue todo lo contrario precisamente por no comunicarse con el
otro (caso de la señora Azuma con respecto a la señora Kasuga, grandes amigas
pero que esto hace que su amistad se tambalee).
4º) En el caso de la señora Matsumara, que
encuentra la perla en su bolso, aún a sabiendas de que ella no lo puso allí, es
incapaz de decir la verdad a la dueña, ni de enfrentarse a la persona que la
guardó allí. Prefiere comprar una joya nueva. Después se enfrentará con su
rival, la señora Yamamoto pues colige que sólo ella ha podido ser quien le haya
gastado broma de tan mal gusto, algo que su rival no niega. De nuevo esta forma
de actuar da paso a un nuevo enfrentamiento.
Para terminar añadiré que Mishima describe
una sociedad, en este caso, la de la alta burguesía japonesa femenina en la que
las relaciones son totalmente superficiales. Frías. Nadie es lo que aparenta.
Se mueven en un coto cerrado, pues la presencia masculina está prácticamente
ausente (sólo aparece un taxista y el joyero, pero sólo citados). Es una
sociedad de costumbres ancestrales, muy feudal y encorsetada.
Al igual que la perla protagonista hay un gran
boato exterior, mucha riqueza, pero en el fondo un corazón impuro revestido con
los más caros y finos oropeles que, en realidad, son incapaces de esconderlo
por completo.
Miércoles, 1-IV-09 – 15,45 p.m.
Yukio_Mishima-1956 |
Biografía.-
Yukio Mishima 1931.Hijo de Azusa Hiraoka, secretario de Pesca del Ministerio de
Agricultura. Pasó los primeros años de su infancia bajo la sombra de su abuela,
Natsu, que se lo llevó y lo separó de su familia inmediata durante varios años.
Natsu provenía de una familia vinculada a los samurai de la era Tokugawa, ella
mantuvo aspiraciones aristocráticas -el nombre de juventud de Mishima,
"kimitake", significa "príncipe guerrero"- aún después de
casarse con el abuelo de Mishima, un burócrata que había hecho su fortuna en
las fronteras coloniales. Tenía mal carácter y se exacerbó por su ciática. El
joven Mishima acudía a masajearla para aliviar su dolor. Ella tenía tendencia a
la violencia, incluso con salidas mórbidas cercanas a la locura que serán
posteriormente retratadas en algunos escritos de Mishima. Algunos biógrafos
opinan que Natsu favoreció la fascinación de Mishima por la muerte. Ella leía
francés y alemán, y tenía un exquisito gusto por el Kabuki. Natsu no permitía
que Mishima jugase a la luz del sol, practicase algún deporte o que tuviera
juegos rudos con otros chicos de su edad. Prefería que pasase su tiempo solo o
jugando a las muñecas con sus primas, incluso se habla de unos escritos de
primera juventud que su padre rompió ante la mirada del joven Mishima.
Exento del servicio militar por
sufrir tuberculosis, no participó en la guerra, suceso que él mismo entendió
como una humillación.
Generacionalmente es considerado
parte de la “segunda generación” de escritores de posguerra, junto con Kobo
Abe.
Yukio Mishima y Shintaro
Ishihara. Su ensayo más importante, Bunka boueiron (En defensa de la cultura),
defendía la figura del Emperador, como la mayor señal de identidad de su
pueblo. Más tarde formaría la Sociedad del Escudo (Tatenokai), con un fastuoso
uniforme que él mismo diseñó y en el que pretendía reencarnar los valores nacionales
de "su" Japón tradicional.
Durante los años 60 escribió sus
más importantes novelas.
Dentro de estas obras, destaca su
tetralogía El mar de la fertilidad, compuesta de las novelas Nieve de
primavera, Caballos desbocados, El templo del alba y La corrupción de un ángel
(esta última editada póstumamente), que, en su conjunto, constituyen una
especie de testamento ideológico del autor, que se rebelaba contra una sociedad
para él sumida en la decadencia moral y espiritual.
La mañana del
"incidente" del 25 de noviembre de 1970, Mishima llevaba la última
parte de esta tetralogía a su editor. Después se dirigió junto con los miembros
de su grupo a un cuartel del ejército que ocuparon, y tras un discurso a la
tropa, él y su compañero Masakatsu Morita se suicidaron mediante seppuku.
Mishima realizó su seppuku en el despacho del General Kanetoshi Mashita. Su
kaishaku (asistente) trató 3 veces de decapitarlo sin éxito. Finalmente, fue
Hiroyasu Koga quien realizó la decapitación. Posteriormente, Masakatsu Morita intentó
realizar su propio seppuku. Aunque sus cortes fueron poco profundos para ser
fatales, hizo una señal a Koga para que también le decapitase.
Con su muerte desapareció uno de
los críticos más lúcidos de la sociedad japonesa de posguerra, un artista superdotado
y que marcó señaladamente un rumbo en la historia de la literatura japonesa
contemporánea.
Estudios
y primeros trabajos.- A la edad de 12, Mishima comenzó a escribir
sus primeras historias. Leyó vorazmente las obras de Wilde, Rilke, y numerosos
clásicos japoneses. Aunque su familia no era tan rica como las de los otros
estudiantes de su colegio, Natsu insistió en que asistiera a la elitista
Escuela Peers (donde acudía la aristocracia japonesa, y de forma eventual,
plebeyos extremadamente ricos).
Después de seis años de colegio
desdichados, continuaba siendo un adolescente frágil y pálido, aunque empezó a
prosperar y se convirtió en el miembro más joven de la junta editorial en la
sociedad literaria de la escuela. Fue invitado a escribir un relato para la
prestigiosa revista literaria, Bungei-Bunka (Cultura literaria) y presentó
Hanazakari no Mori (El bosque en todo su esplendor). La historia fue publicada
en forma de libro en el año 1944, aunque en una pequeña tirada debido a la
escasez de papel en tiempo de guerra.
Mishima fue llamado a filas de la
Armada japonesa durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando pasó la revisión
médica coincidió con que estaba resfriado, y de forma espontánea le mintió al
doctor de la armada sobre que tenía síntomas de tuberculosis y debido a ello
fue declarado incapacitado. Aunque a Mishima le alivió mucho el no tener que ir
a la guerra, continuó sintiéndose culpable por haber sobrevivido y haber
perdido la oportunidad de una muerte heroica.
Aunque su padre le había prohibido
escribir ninguna historia más, Mishima continuó escribiendo en secreto cada
noche, apoyado y protegido por su madre Shizue, quien era siempre la primera en
leer cada nueva historia. Después de la escuela, su padre, que simpatizaba con
los nazis, no le permitiría ejercer una carrera de escritor, y en lugar de ello
le obligó a estudiar Ley alemana. Asistiendo a lecturas durante el día y
escribiendo durante la noche, Mishima se graduó en la elitista Universidad de
Tokio en el año 1947 en Derecho. Obtuvo un trabajo como oficial en el
Ministerio de Finanzas del Gobierno y se estableció para una prometedora
carrera.
Sin embargo, acabó tan agotado
que su padre estuvo de acuerdo con la dimisión de Mishima de su cargo durante
su primer año, para dedicar su tiempo a la escritura.
Literatura
de posguerra.- Mishima comenzó su primera novela, Tōzoku (Ladrones),
en 1946 y la publicó en 1948, colocándose en la segunda generación de
escritores de posguerra (una clasificación en la literatura japonesa moderna
que agrupa a los escritores que aparecieron en la escena literaria de
posguerra, entre 1948 y 1949). Le siguió Kamen no Kokuhaku (Confesiones de una
máscara), una obra autobiográfica sobre un joven de homosexualidad latente que
debe esconderse tras una máscara para encajar en la sociedad. La novela tuvo un
enorme éxito y convirtió a Mishima en una celebridad a la edad de 24 años.
Mishima fue un escritor
disciplinado y versátil. No solo escribió novelas, novelas de series populares,
relatos y ensayos literarios, también obras muy aclamadas para el teatro Kabuki
y versiones modernas de dramas Nō tradicionales.
Su escritura le hizo adquirir
fama internacional y un considerable seguimiento en Europa y América, y muchas
de sus obras más famosas fueron traducidas al inglés.
Viajó ampliamente, siendo
propuesto para el Premio Nobel de Literatura en tres ocasiones, y fue
pretendido por muchas publicaciones extranjeras. Sin embargo, en 1968 su primer
mentor Yasunari Kawabata ganó el premio y Mishima se dio cuenta de que las
posibilidades de que fuera concedido a otro autor japonés en un futuro próximo
eran escasas. Se cree también que Mishima quiso dejar el premio a Kawabata, de
más edad, como muestra de respeto para el hombre que lo había presentado a los
círculos literarios de Tokio en la década de los 40.
Vida
privada.- Tras Confesiones de una máscara, Mishima trató de dejar
atrás al joven hombre que había vivido solo dentro de su cabeza, continuamente
coqueteando con la muerte. Intentó vincularse al mundo real y físico,
realizando una estricta actividad física. En 1955, Mishima practicó
entrenamiento con pesas, y no interrumpió su régimen de entrenamiento de tres
sesiones por semana durante los últimos 15 años de su vida. Del material menos
prometedor forjó un impresionante físico, como muestran las fotografías que se
hizo. También llegó a ser muy hábil en Kendo (el arte marcial japonés de la
esgrima).
Aunque visitó bares gay en Japón,
Mishima permaneció como observador, y solo tuvo encuentros con hombres cuando
viajó al extranjero. Después de considerar brevemente el enlace con Michiko
Shoda —ella se convertiría después en esposa del Akihito— se casó con Yoko
Sugiyama en 1958. En los tres años siguientes la pareja tuvo una hija y un
hijo.
En el año 1967, Mishima se alistó
en las Fuerzas de Autodefensa de Japón y tuvo un entrenamiento básico. Un año
más tarde formó la Tatenokai (Sociedad Escudo), milicia privada compuesta sobre
todo por jóvenes estudiantes patrióticos que estudiaban principios de artes
marciales y disciplinas físicas y que fueron entrenados a través de las Fuerzas
de Autodefensa de Japón bajo la supervisión de Mishima.
En los últimos diez años de su
vida, Mishima actuó en varias películas y codirigió la adaptación de una de sus
historias, Yûkoku.
Suicidio
ritual.- El 25 de noviembre de 1970, Mishima y cuatro miembros de la
Tatenokai visitaron con un pretexto al comandante del Campamento Ichigaya, el
cuartel general de Tokio del Comando Oriental de las Fuerzas de Autodefensa de
Japón. Una vez dentro, procedieron a cercar con barricadas el despacho y ataron
al comandante a su silla. Con un manifiesto preparado y pancartas que
enumeraban sus peticiones, Mishima salió al balcón para dirigirse a los
soldados reunidos abajo. Su discurso pretendía inspirarlos para que se alzaran,
dieran un golpe de estado y devolvieran al Emperador a su legítimo lugar. Solo
consiguió molestarlos y que le abuchearan y se mofaran de él. Como no fue capaz
de hacerse oír, acabó con el discurso tras solo unos pocos minutos. Regresó a la
oficina del comandante y cometió seppuku. La costumbre de la decapitación al
final de este ritual le fue asignada a Masakatsu Morita, miembro de la
Tatenokai. Pero Morita, del cual se rumoreaba que había sido amante de Mishima,
no fue capaz de realizar su tarea de forma adecuada: después de varios intentos
fallidos, le permitió a otro miembro de la Tatenokai, Hiroyasu Koga, acabar el
trabajo. Morita entonces intentó el seppuku y fue también decapitado por Koga.
Otros elementos tradicionales del
suicidio ritual fueron la composición de jisei, (un poema compuesto por uno
mismo cuando se acerca la hora de su propia muerte), antes de su entrada en el
cuartel general.[1]
Mishima preparó su suicidio
meticulosamente durante al menos un año y nadie ajeno al cuidadosamente
seleccionado grupo de miembros de la Tatenokai sospechaba lo que estaba
planeando. Mishima debía haber sabido que su intento de golpe jamás podría
haber tenido éxito y su biógrafo, traductor, y antiguo amigo John Nathan
sugiere que fue solo un pretexto para el suicidio ritual con el cual Mishima
tanto había soñado. Mishima se aseguró de que sus asuntos estuvieran en orden e
incluso tuvo la previsión de dejar dinero para la defensa en el juicio de los
otros 3 miembros de la Tatenokai que no murieron.
Repercusión.-
El suicidio de Mishima ha estado rodeado de mucha especulación. En el momento
de su muerte acababa de terminar el libro final de su tetralogía El mar de la
fertilidad, compuesta por las novelas Nieve de primavera, Caballos desbocados,
El templo del alba y La corrupción de un ángel (esta última editada
póstumamente), que, en su conjunto, constituyen una especie de testamento
ideológico del autor, que se rebelaba contra una sociedad para él sumida en la
decadencia moral y espiritual. Fue reconocido como uno de los más importantes
estilistas del lenguaje japonés de posguerra.
Mishima escribió 40 novelas, 18
obras de teatro, 20 libros de relatos, y al menos 20 libros de ensayos así como
un libreto. Una gran porción de su obra se compone de libros escritos
rápidamente solo por los beneficios monetarios, pero incluso no teniendo en
cuenta estos, seguimos teniendo una parte sustancial de su obra.
Aunque su fin puede haber
pretendido ser algún tipo de testamento espiritual, la naturaleza teatral de su
suicidio, las poses cursis en las fotografías para las que posó y la ocasional
naturaleza patética de su prosa seguramente han perjudicado a su legado. En las
academias, tanto japonesa como anglo-americana, hoy, Mishima no tiene
virtualmente voz, sobre todo porque sus opiniones de derechas no son
políticamente correctas. Sin embargo, fuera de la academia las obras de Mishima
siguen siendo populares tanto en Japón como en el resto del mundo.
Obras
principales.-
Confesiones de una máscara (仮面の告白;
Kamen no kokohaku), 1948.
Sed de amor (愛の渇き;
Ai no Kawaki), 1950.
Colores prohibidos (禁色;
Kinjiki), 1954.
El rumor del oleaje (潮騒
Shiosai), 1956.
El pabellón de oro (金閣寺;
Kinkakuji), 1956.
Después del banquete (宴のあと;
Utage no ato) ,1960.
El marino que perdió la gracia
del mar, (午後の曳航; Gogo no eiko), 1963.
El mar de la fertilidad
(tetralogía) (豊饒の海; Hojo no umi, 1964-1970
Nieve de primavera, (春の雪;
Haru no yuki).
Caballos desbocados (奔馬;
Honba).
El templo del alba (暁の寺;
Akatsuki no tera), .
La corrupción de un ángel (天人五衰;
Tennin gosui), .
Música (音楽;
Ongaku), 1972
Lecciones espirituales para los
jóvenes samurais, (葉隠入門; Hagakure Nyūmon)
Su carácter narcisista le llevó a
participar en representaciones teatrales, espectáculos públicos y películas
como Yokoku (llamada en occidente "Patriotismo", o, en Japón,
"El rito de amor y de muerte"), corto que él mismo escribió, dirigió,
protagonizó y produjo. En él, representó su propio seppuku.
Obras sobre Mishima.-
Mishima, película de Paul Schrader,
1985.
Vida y muerte de Yukio Mishima,
por Henry Scott Stokes en 1974.
Mishima o la visión del vacío,
ensayo de Marguerite Yourcenar.
Mishima, biografía escrita por
John Nathan, su traductor
Mishima, o el placer de morir,
análisis psicológico de Mishima por Juan Antonio Vallejo-Nágera en 1978.
Un parque, ópera de Luis de Pablo
(2006) sobre un relato de Mishima.
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