¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS A TODOS!!

¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS A TODOS!!
- 22 de marzo de 2015, "Mis lecturas" y yo, cumplimos nuestro segundo año compartiendo eso: lecturas; mejor decir, comentarios de lecturas. En veinticuatro meses han pasado por esta "casa" 23.579 personas.
- 22 de marzo de 2018, tres años después, nos han visitado un total de 62.545 lectores.
- 22 de marzo de 2021, sumamos un total de 92.934 lectores.



¡¡GRACIAS A TODOS!!

miércoles, 14 de septiembre de 2022

LA CAPA - Dino Buzzati

Título: Los siete mensajeros y otros relatos

Autor : Dino Buzzati

Traducido por Javier Setó

Editor Alianza Editorial

ISBN 8411485102, 9788411485104

N.º de páginas - 248 páginas


Comentario del relato “LA CAPA” que aparece en esta obra 

 


Según sostiene el refrán castellano, “Una buena Capa, todo lo Tapa” … y, en este relato de Buzzati, la capa, puede decirse que es el “personaje” principal, es una personalización que recuerda a los brazos y abrazos de una madre que dan calor, protegen y guardan los secretos del hijo.

Antes de comenzar comentándolo quiero hacer una comparativa entre “La Capa” y “Bernardino”:

- en, “La capa”, la figura de la madre se agranda por momentos, es ella quien nos lleva de la mano, a través de sus preguntas, cada vez más asfixiantes, más dolorosas y, casi claustrofóbicas, a un final que todos intuimos desde el comienzo de la historia mientras que

- en, “Bernardino”, no existe la figura materna; está totalmente obviada: no hay madre que acompañe a Bernardino (de haber existido, quizás, el niño hubiera tenido otra conducta); no hay madre en la casa del capataz de la mina, hubiera sido, sin duda, una mujer maltratada, pero, ante ese maltrato, es de suponer que el hijo (Mariano Alborada) hubiera sido educado de otro modo.

 

Y regreso a “La capa”. Se trata de una historia narrada en tercera persona, historia en la que el diálogo es más importante que la descripción de lugares, sentimientos o personajes porque todo ello, prácticamente, nos lo anticipa la madre con sus preguntas. Una mujer alegre en principio, cuando tiene al hijo (Giovanni) de nuevo en casa después de dos años en la guerra; una alegría que se apaga poco a poco según se va fijando en él: sí, está muy guapo, muy cambiado, hecho un hombre, pero… muy pálido, inapetente, evasivo, triste, casi sin aliento, sin ilusión por ver a su novia, por “jugar” con sus hermanos, por disfrutar de una habitación en la que todo, muebles, cortinas, paredes, son nuevas...

En esta historia hay otro puntal que la sostiene (además de la capa, la madre y Giovanni), se trata de ese extraño compañero de viaje que el joven soldado se encontró por el camino; alguien que lo aguarda pacientemente, que le ha permitido llegar hasta su casa para despedirse de los suyos, algo que Giovanni es incapaz de hacer; no tiene fuerza, además, sabe del dolor que le causará a su madre y el dolor que siente él mismo ante esa despedida, un dolor que le impide hablar, que le hace una bola en la garganta porque sabe que se trata de una despedida que es para siempre porque quien le aguarda es, la muerte, algo que la madre intuye prácticamente desde el comienzo de la historia pero que, una indiscreción de Pietro, uno de los hermanos pequeños de Giovanni, al levantarle el faldón de la capa para ver cómo iba vestido su hermano, deja al descubierto una mancha de sangre entonces la madre… Comprendió la historia de la capa, la tristeza del hijo y sobre todo quién era el misterioso individuo que paseaba arriba y abajo por el camino esperando, quién era aquel siniestro personaje tan paciente. Tan misericordioso y paciente como para acompañar a Giovanni a su vieja casa (antes de llevárselo para siempre), a fin de que pudiera saludar a su madre; de esperar tantos minutos detrás del cancel, de pie, en medio del polvo, él, señor del mundo, como un pordiosero hambriento.

 

Para terminar, quiero añadir una reflexión mía: “Todos tememos a la muerte, porque sabemos que a todos nos vendrá a buscar antes o después, pero, creo que ese temor viene dado por la incógnita de ¿cómo será?, ¿cuándo será?, ¿sufriremos?, ¿hay algo más allá? Si nos ponemos a pensar, la muerte siempre aparece como la mala de esta película que es la vida… ¿seguro que es la mala? ¿no lo es la vida? No pedimos venir a ella, unos tienen o tenemos suerte de llegar a un lugar más o menos bueno, podemos sentirnos satisfechos de ella, pero hay otros, demasiados, que han nacido en lugares del mundo donde la pobreza, la enfermedad, el miedo y/o las guerras, les hacen preferir estar muertos. De ahí mi pregunta: ¿Quién es la mala, la madrastra de la historia? ¿la vida que, después de unos años de “disfrutarla” nos enferma, nos abandona? O, ¿la muerte?, que espera, como dice Buzzati, “paciente. Tan misericordioso y paciente…” durante el tiempo que la vida nos conceda hasta abandonarnos en brazos de la Parca”.

 Miércoles, 14 de septiembre de 2022


Nota.- La biografía del autor se puede encontrar entre los autores italianos, o pulsando su nombre en el lateral donde aparecen las "Etiquetas" del blog- 








Este comentario también se puede escuchar en YouTube en el siguiente enlace:

https://www.youtube.com/watch?v=PDBMt1xm2m4&list=PLS-ixCIXtdQJxDVSymjXzKza3qtDlpRjz&index=11