Título:
Los siete mensajeros y otros relatos
Autor : Dino Buzzati
Traducido
por Javier Setó
Editor Alianza Editorial
ISBN 8411485102, 9788411485104
N.º
de páginas - 248 páginas
Comentario del relato “LA CAPA” que aparece en esta obra
Según
sostiene el refrán castellano, “Una buena Capa, todo lo Tapa” … y, en
este relato de Buzzati, la capa, puede decirse que es el “personaje”
principal, es una personalización que recuerda a los brazos y abrazos de una
madre que dan calor, protegen y guardan los secretos del hijo.
Antes
de comenzar comentándolo quiero hacer una comparativa entre “La Capa” y
“Bernardino”:
-
en, “La capa”, la figura de la madre se agranda por momentos, es ella
quien nos lleva de la mano, a través de sus preguntas, cada vez más
asfixiantes, más dolorosas y, casi claustrofóbicas, a un final que todos
intuimos desde el comienzo de la historia mientras que
-
en, “Bernardino”, no existe la figura materna; está totalmente obviada: no hay
madre que acompañe a Bernardino (de haber existido, quizás, el niño hubiera tenido
otra conducta); no hay madre en la casa del capataz de la mina, hubiera sido,
sin duda, una mujer maltratada, pero, ante ese maltrato, es de suponer que el
hijo (Mariano Alborada) hubiera sido educado de otro modo.
Y
regreso a “La capa”. Se trata de una historia narrada en tercera persona,
historia en la que el diálogo es más importante que la descripción de lugares,
sentimientos o personajes porque todo ello, prácticamente, nos lo anticipa la
madre con sus preguntas. Una mujer alegre en principio, cuando tiene al hijo
(Giovanni) de nuevo en casa después de dos años en la guerra; una alegría que
se apaga poco a poco según se va fijando en él: sí, está muy guapo, muy
cambiado, hecho un hombre, pero… muy pálido, inapetente, evasivo, triste, casi
sin aliento, sin ilusión por ver a su novia, por “jugar” con sus hermanos, por
disfrutar de una habitación en la que todo, muebles, cortinas, paredes, son
nuevas...
En
esta historia hay otro puntal que la sostiene (además de la capa, la madre y
Giovanni), se trata de ese extraño compañero de viaje que el joven soldado se
encontró por el camino; alguien que lo aguarda pacientemente, que le ha
permitido llegar hasta su casa para despedirse de los suyos, algo que Giovanni
es incapaz de hacer; no tiene fuerza, además, sabe del dolor que le causará a
su madre y el dolor que siente él mismo ante esa despedida, un dolor que le
impide hablar, que le hace una bola en la garganta porque sabe que se trata de
una despedida que es para siempre porque quien le aguarda es, la muerte, algo
que la madre intuye prácticamente desde el comienzo de la historia pero que,
una indiscreción de Pietro, uno de los hermanos pequeños de Giovanni, al
levantarle el faldón de la capa para ver cómo iba vestido su hermano, deja al
descubierto una mancha de sangre entonces la madre… Comprendió la historia
de la capa, la tristeza del hijo y sobre todo quién era el misterioso individuo
que paseaba arriba y abajo por el camino esperando, quién era aquel siniestro
personaje tan paciente. Tan misericordioso y paciente como para acompañar a
Giovanni a su vieja casa (antes de llevárselo para siempre), a fin de que
pudiera saludar a su madre; de esperar tantos minutos detrás del cancel, de
pie, en medio del polvo, él, señor del mundo, como un pordiosero hambriento.
Para
terminar, quiero añadir una reflexión mía:
“Todos tememos a la muerte, porque sabemos que a todos nos vendrá a
buscar antes o después, pero, creo que ese temor viene dado por la incógnita de
¿cómo será?, ¿cuándo será?, ¿sufriremos?, ¿hay algo más allá? Si nos ponemos a
pensar, la muerte siempre aparece como la mala de esta película
que es la vida… ¿seguro que es la mala? ¿no lo es la vida? No pedimos venir a
ella, unos tienen o tenemos suerte de llegar a un lugar más o menos bueno,
podemos sentirnos satisfechos de ella, pero hay otros, demasiados, que han
nacido en lugares del mundo donde la pobreza, la enfermedad, el miedo y/o las
guerras, les hacen preferir estar muertos. De ahí mi pregunta: ¿Quién es la
mala, la madrastra de la historia? ¿la vida que, después de unos años de
“disfrutarla” nos enferma, nos abandona? O, ¿la muerte?, que espera, como dice
Buzzati, “paciente. Tan misericordioso y paciente…” durante el tiempo
que la vida nos conceda hasta abandonarnos en brazos de la Parca”.
Miércoles, 14 de septiembre de 2022
Nota.- La biografía del autor se puede encontrar entre los autores italianos, o pulsando su nombre en el lateral donde aparecen las "Etiquetas" del blog-
Este comentario también se puede escuchar en YouTube en el siguiente enlace:
https://www.youtube.com/watch?v=PDBMt1xm2m4&list=PLS-ixCIXtdQJxDVSymjXzKza3qtDlpRjz&index=11
No hay comentarios:
Publicar un comentario