Título:
Mujeres de ojos grandes
Autora:
Ángeles Mastretta
Género:
Relato
Editorial:
Planeta Mexicana
Año:
Junio 2010 (13 reimpresión)
Nº
de páginas: 237
ISBN:
978-970-749-007-9
Empezado
a leer en noviembre de 2016
Acabado
de leer en diciembre de 2016
Mi opinión.- En
«Mujeres de ojos grandes», Ángeles Mastretta narra una serie de relatos
protagonizados, como se indica en el título, por mujeres. Son un total de
treinta y siete historias, ninguna de ellas tiene un título en especial, el
único hilo conductor es, como digo, el hecho de que son historias
protagonizadas por mujeres y su entorno más inmediato.
Llama
la atención del lector que todas ellas son tratadas con el título de «tía»: «la tía Pilar, la tía Celia, la tía Leonor…». Pudiéramos decir que «alguien», un narrador en tercera
persona, un narrador cámara, es quien cuenta lo que ve ─que es bastante poco─
de lo que acontece en el entorno, así como en el interior de estas mujeres
pero, lo que sucede en su interior lo manifiesta en las formas de actuar de
ellas ante los conflictos y vaivenes de la vida.
Los relatos comienzan con frases como: «La tía Leonor era…», «La
tía X tenía las piernas…», «El
marido de la tía…», «Cuando
la tía X cumplió 107 años…».
Son
mujeres, prácticamente todas ellas, «educadas» para ser: madres,
esposas, amas de casa…, pero todas, se dan cuenta tarde o temprano de que no
quieren sólo eso para sus vidas, sino que existen, que son seres humanos libres y tienen otros deseos.
La
autora nos presenta una serie de mujeres fuertes, valientes, capaces de decir «no» aunque sea a una vida regalada que, en muchos casos, no desean.
Son
historias escritas con una prosa ágil, que se leen con agrado; algunos relatos son
breves, de apenas una página y media, pero condensados y llenos de vida; otros,
algo más extensos pero, todos ellos, son un claro manifiesto de la valía de la
autora.
No suele pararse mucho en describir espacios, tampoco concreta el tiempo en el que transcurre la acción (salvo en una de las historias que habla, como de pasada, que la historia se enmarca en torno a la «época de la revolución», el resto de historias son intemporales y, al no describir tampoco el espacio, consigue que las protagonistas de estos relatos sean mujeres universales; que pueden encontrarse en cualquier parte del planeta y en una u otra época histórica).
La lengua, el español de México, no presenta demasiadas diferencias con el
español de España.
Número de mujeres
protagonistas, por tanto, número de relatos:
La tía
Leonor
La tía Elena
La tía Charo
La tía Cristina
Martínez
La tía Valeria
La tía Fernanda
La tía Carmen
La tía Isabel
Cobián
La tía Chila
La tía Rosa
La tía Paulina
Traslosheros
La tía Eloísa
La tía Mercedes
La tía Verónica
La tía Eugenia
y Georgina Dávila
La tía Natalia
Esparza
La tía Clemencia
Ortega
La tía Fátima
Lapuente
La tía Magdalena
La tía Mari
La tía Rebeca
Paz y Puente
La tía Laura
Guzmán
Las tías Pilar
y Marta
La tía Celia
La tía Mónica
La tía Teresa
Gaudín
La tía Mariana
La tía Inés
Aguirre
La tía Ofelia
Las tías
gemelas Gómez: Marcela y Jacinta
La tía Elvira
La tía Daniela
La tía Amalia
Ruíz
La tía Amanda
Rodoreda
José
Rivadeneira, esposo de la tía…
La tía Concepción
Esparza
Frases que me han
gustado:
«Fátima Lapuente fue novia de José Limón durante
diez años. Desde antes de que él se lo pidiera ella había comprometido su
cuerpo lleno de luciérnagas con el hombre que se las había puesto en revuelo». Pág. 105
«Entonces los mantuvo altos [los ojos] y contestó
con la voz de lumbre que le había dado la naturaleza [la tía Celia]…». Pág. 145
«…Se hubiera casado con la tía completa en menos de
un mes, para que en menos de seis la rutina lo hubiera convertido en un
burócrata doméstico que, de tanto guardar una mujer en su cama, termina
viéndola como si fuera una almohada». Pág. 149
Biografía de la autora.- María de los Ángeles Mastretta de Aguilar
(Puebla, 9 de octubre de 1949) es una escritora y periodista mexicana, conocida
por crear personajes femeninos sugerentes y ficciones que reflejan las
realidades sociales y políticas de México.
Su
padre, Carlos Mastretta, era un periodista que se ganaba la vida vendiendo
coches, murió cuando Mastretta tenía veinte años, y tuvo que trabajar también
ella como periodista mientras estudiaba en la Facultad de Ciencias Políticas y
Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, a la que ingresó en
1971, cuando llegó desde Puebla al Distrito Federal. Como colaboradora
ocasional publicaba en medios de la talla de Excélsior, La Jornada, Proceso y
Ovaciones. En este último poseía una columna llamada Del absurdo cotidiano, en
la cual «escribía de todo: de política, de mujeres, de niños, de lo que veía,
de lo que sentía, de literatura, de cultura, de guerra y todos los días»
El
Centro Mexicano de Escritores la becó en 1974, gracias a lo cual le fue posible
trabajar junto con otros reconocidos autores entre los que destacan Juan Rulfo,
Salvador Elizondo y Francisco Monterde. Mastretta fue nombrada directora de
Difusión Cultural de la ENEP-Acatlán en 1975, cargo que ocupó hasta 1977. Al
siguiente, pasó a encabezar el Museo del Chopo. En 1982, dejó ese puesto e hizo
su primera aparición en el consejo editorial de la revista feminista FEM en el
número 24; en 1983 lo hizo en el 25 y después, de modo más constante, del 29 al
40 en 1985. Aunque sigue apareciendo en el Consejo Editorial de la revista FEM,
su participación ya no es activa.
Mastretta
participó, junto a Germán Dehesa, en el programa de televisión La almohada,
dedicado a charlas y entrevistas (1998). Tiene un blog titulado Puerto libre y
escribe regularmente en la revista Nexos, de cuyo Consejo Editorial es miembro
(su esposo, el escritor Héctor Aguilar Camín, dirigió esa publicación de 1983 a
1995). Colabora esporádicamente en periódicos extranjeros como Die Welt y El
País.
Cuando
su hija menor, Catalina, enfermó inesperadamente, Mastretta se sentó cerca de
la pequeña en el hospital y comenzó a contarle historias de interesantes y
diferentes mujeres en su familia que fueron importantes en momentos críticos de
su vida. Estas historias de mujeres que, decía, «decidieron sus propios
destinos», fueron la inspiración para Mujeres de ojos grandes. La publicación
—cuentos basados en la biografía de cada una de las mujeres— tenía como
intención preservar las historias familiares para la posteridad.
Está
casada con el también escritor y analista político Héctor Aguilar Camín y es
hermana de Daniel y Carlos Mastretta, creadores del automóvil Mastretta MXT. Su
hija Catalina publicó en 2016 una novela titulada Todos los días son nuestros.
Mastretta,
que ha sido distinguida con importantes premios, siempre se ha caracterizado
por ser una defensora del feminismo, lo que se refleja en la mayoría de sus
obras. Además, ha fundado y organizado grupos tales como la Unión de Mujeres
Antimachistas en el D.F.
La
escritora de niña quería ser cantante, una pasión que nunca abandonó -confiesa
que cantaba en todas partes- y que alguna vez ha practicado en público, por
ejemplo, al interpretar Arráncame la vida en la Feria Internacional del Libro
de Guadalajara.
La
escritora.- Su trayectoria literaria la comenzó como poetisa, cuando ganó un
concurso con La pájara pinta, que se convirtió en libro 1978. Pero lo que
deseaba Mastretta —que consideraba ese poemario una casualidad y que nunca lo
ha tomado en serio— era dedicarse a una novela que había estado planeando por
años. Y se le presentó la oportunidad cuando un editor ofreció patrocinarle
seis meses para que la escribiera. Así nació Arráncame la vida que, publicada
en 1985, tuvo un éxito inmediato y ganó el Premio Mazatlán de Literatura al año
siguiente. A través del personaje principal, Catalina Ascencio, Mastretta logra
en este superventas desmitificar una imagen “ideal” patrocinada durante siglos
por la cultura dominante. La protagonista [...] se aboca, fundamentalmente, a
hacerse dueña de su propio destino […] siente la necesidad de ser creativa en
su mundo respectivo y, de esta manera, lograr su realización como ser humano y
como mujer. Esta obra, para la que Mastretta eligió el título de una canción de
Agustín Lara, le valió fama y prestigio internacional y, más de 20 años
después, en 2008, Arráncame la vida fue llevada al cine por Roberto Sneider,
quien escribió también el guion de la película.
A
esta primera novela le siguieron, en 1990, las 37 viñetas de Mujeres de ojos
grandes y en 1993, el libro de relatos cortos Puerto libre. Tres años más tarde
volvió a triunfar con Mal de amores, que obtuvo el Premio Rómulo Gallegos 1997,
convirtiéndose en la primera mujer que recibía ese galardón. Desde entonces ha
seguido publicando novelas y ha incursionado en otros géneros, como el cuento y
los relatos autobiográficos; algunas de sus obras han sido traducidas a varios
idiomas.
Premios y
reconocimientos
Premio
Mazatlán de Literatura 1986 por Arráncame la vida
Premio
Rómulo Gallegos 1997 por Mal de amores
Águila
Social (Porto Alegre, 2005)
Obras
Novelas
Arráncame
la vida, México, 1985
Mujeres
de ojos grandes, México, 1990
Mal
de amores, México, 1996
Ninguna
eternidad como la mía, México, 1999
El
cielo de los leones, México, 2003
Cuentos
Mujeres
de ojos grandes, 37 viñetas; Seix Barral, México, 1990
Puerto
libre, 29 textos breves; Cal y Arena, México, 1993
El
mundo iluminado, 35 textos breves; Seix Barral, México, 1998
Maridos,
Seix Barral, México, 2007
Memorias
La
emoción de las cosas, Seix Barral, México, 2013
El
viento de las horas, Seix Barral, México, 2015
Poesía
La
pájara pinta, México, 1978
Desvaríos,
México, 1996
Adaptaciones de
sus obras
Arráncame
la vida, película dirigida por Roberto Sneider y estrenada en el año 2008
Datos
obtenidos en la Wikipedia. Enlace:
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