Autora:
Alicia Lakatos Alonso
Editorial:
esstudio ediciones
Año:
Mayo 2019
Nº
de páginas: 341
Formato:
Papel
ISBN:
978-84-17226-4
Empezado
a leer el: 7-VII-2019
Acabado
de leer el: 12-VIII-2019
La biografía de la autora se
puede leer en una entrada anterior en este blog, o picar en el siguiente
enlace:
https://juanacastilloescobar.blogspot.com/search/label/Alicia%20Lakatos%20Alonso
Frases que me han
gustado:
[…]
Un llanto sin lágrimas, inaudible para los oídos, aunque no para el corazón.
(Pág. 166)
Los
mediocres tienen que encontrar una causa que justifique su sensación de
fracaso, y qué mejor que echar mierda sobre los que brillan con luz propia. ¿No
crees? (Pág. 188 – José Latorre a propósito de Manuela).
[…]
El mayor dolor que puede soportar un ser humano es el de la injusticia. El ver
que quienes te rodean saben la verdad; y por miedo callan, o mienten. El saber
que llevas razón, pero que nadie te escuchará porque tienen orden de no
hacerlo. Fui sacrificada para tapar el error de otra persona. (Págs. 201-202)
Nunca
odies a nadie, Óscar, por más que te hagan, por más que te digan. El odio
destruye, te hace pequeño y te envenena. El amor te engrandece. (Pág. 205)
[Consejo
que le da el abuelo a Óscar…] El cariño nunca es pasado. Nunca desaparece.
(Pág. 302)
[Pensamiento
de Cristina, hermana de Óscar…] Cada persona, cada ser vivo, tiene que ir
detrás de su propia felicidad. Si no, es todo un engaño, un postureo, una
falsedad, un aparentar lo que no se es, o lo que no se siente. (Pág. 315)
En
la vida nunca hay que rendirse ante nada. (Pág. 341)
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Novela dividida en
tres partes (sin título de capítulos):
-
Parte I – Págs. de la 13 a la 234
-
Parte II – Págs. de la 237 a la 310
-
Parte III – Págs. de la 313 a la 341 (el narrador pasa a ser uno en 3ª persona
omnisciente)
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Personajes que dan
vida a la novela:
Óscar Santamaría. Protagonista.
Funcionario del Juzgado de Familia de Barcelona. 32 años. Voz en off que narra
la primera y segunda parte de la historia-novela. Le gusta la fotografía. Vive
solo, no le agradan las tareas del hogar pero sí salir los días de asueto a
correr por el parque con su perro, Robin
(el del ojo que recuerda al de Trueba).
Familia de Óscar:
-
Joan, padre. Ingeniero
-
Carmen, madre.
-
Cristina, hermana pequeña, berreona
de niña.
-
Lluis, cuñado
-
Jandro, sobrino
-
Itziar, sobrina
-
Abuelos paternos: Román e Inés
-
Héctor, primo.
Amigos/as de Óscar:
-
Elisa, madre de Nerea, amiga de Óscar, está en el hospital por romperse la cadera; Eric, hermano de Nerea.
-
Sonia, antigua novia; dueña de la
mascota, Robin, al terminar la relación no se lleva al perro consigo.
-
Juanjo, amigo de Óscar de la época
del Instituto.
-
Samuel, mejor amigo de Óscar.
- Montse, vecina de
enfrente, casa de Óscar.
-
Adriá, vecino de arriba.
-
Elías, compañero de departamento en
el trabajo.
-
Doménech, jefe.
-
Aurelio Rovira, compañero de trabajo
y esposo de la Dra. Villalta, neuróloga.
Hospital:
-
Petra Gómez Rialt, anciana que Óscar
conoce por casualidad en el hospital. Enferma de casi noventa años, pequeña. .
Primer espíritu que ve.
Amigas
y familia de Petra:
Matilde – Vecina mayor
Amparo – Vecina mediana
Piedad – Vecina más joven, marido e
hija
Benito, sobrino y Genia (Ifigenia),
esposa
Dos amigas del barrio
Sacerdote tanatorio
-
Catalina, madre joven que Óscar
conoce en el hospital. Nuevo espíritu.
Pau, hijo de Catalina (muerto en
accidente de coche cuando iba con la abuela, madre de Catalina)
Padres de Catalina; tía Vanesa
-
Manuela Beltrán, enfermera que cuida
de Petra. Nuevo espíritu. Muerta a causa de un infarto.
-
Aída Coll, enfermera rubia, joven, Óscar y ella se caen muy bien.
-
José Latorre: celador, camillero,
enfermero, lleva trabajando más de cuarenta años en el hospital.
-
Fran, enfermero, compañero de planta
de Aída.- Esther, enfermera mayor,
se parece a Manuela.- Francesc,
conductor de ambulancia.- Manuela
Giménez, enfermera larguirucha.- Dr.
Jiménez del Prado.- Dr. Segura. Dr. Guerra.- Vicki, Mariona, enfermeras de noche en la U.C.I.
Cantina de la
estación y estación:
- Mina, chica de la cantina, novia de
Óscar. – Frida, Amiga de Mina.
-
Fede, camarero/compañero de Mina.
-
Colsada y Tomás, vendedores de billetes
Otros:
-
Dori, amiga de la madre de Óscar.
Sobrino: Pepín, novia: Laia.
-
Tania, amiga de Cristina, hermana de
Óscar.
-
Dependienta, floristería del hospital.
-
Un sr. clavadito a Alfred Hitchcock.
-
El Poki, dueño de un bar donde sirven kebab.
- Personajes famosos que
aparecen en la novela
– Alfred Hitchcock – Trueba (el ojo de Robin, perro de Óscar, le recuerda al
del director de cine) – Tom Cruise – Marilyn Monroe – José Pavarotti – Aída
(Verdi) – Tchaikovsky – Sean Connery – Nicolai Gedda (tenor sueco) – Steven
Spielberg – Peter Pan y Wendy – Eugenio (humorista catalán) – El niño de “El sexto sentido”: en ocasiones veo muertos…
- Juan Luis Guerra – “The One”, Elton
John.
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Un espíritu en mi sofá, de Alicia Lakatos – Comentario de Juana Castillo Escobar.- De nuevo he tenido el placer de recibir de manos de la editorial, y por expreso deseo de la autora, Alicia Lakatos Alonso, su nueva novela: Un espíritu en mi sofá. Tras su lectura minuciosa y después de degustarla, como si de un buen vino se tratara, paso a opinar lo que, en esta ocasión, Alicia me hizo sentir al zambullirme en ese pequeño-gran mundo que bulle, que está vivo a pesar de vivir encerrado entre sus páginas.
Y,
una vez más, al hablar de la novela, al tener que asignarle un género, me
invaden las dudas; las interrogaciones son las mismas o parecidas a las que
surgieron al reseñar su libro anterior, Bexonte…
Género: novela pero, ¿a qué subgénero adscribirla? ¿Misterio? ¿Novela gótica
porque hay “muertos”? No, gótica no, porque los muertos, los espíritus
descritos por la autora no producen terror, sino todo lo contrario: dulzura,
paz, ayuda, dolor, nunca miedo… ¿Gótica costumbrista?
¿Misterio-gótico-costumbrista? Una vez más, como dije en el comentario que hice
del libro anterior, la autora engloba todos los subgéneros, es más, en esta
incluye una nueva faceta que es el incluir una o dos páginas de contenido
erótico.
En
Un espíritu en mi sofá se turnan dos
narradores: principia uno, en primera persona. Se trata de un narrador
protagonista “deficiente” en cuanto a lo que sabe, o cree que conoce de su
entorno que es nada porque, lo que nos cuenta y sabe de la vida y obra de esos
espíritus que quedaron atrapados en este mundo, lo conoce por boca de los
propios espíritus, y nos lo cuenta, lo que le convierte en un narrador
“completo”.
En
la tercera parte de la novela, la más breve, aparece un narrador en tercera
persona, omnisciente… Se hace preciso este cambio debido a las “circunstancias
adversas” que hacen enmudecer al primer narrador/protagonista –Óscar– (también
en Bexonte hubo un cambio en la voz narrativa). Existen sucesos, en la trama de
la novela, que hacen inevitable ese cambio.
En
este pequeño-gran mundo de Óscar, protagonista de la obra: joven barcelonés de
treinta y pocos años, funcionario en el juzgado de Barcelona se mueven, pululan,
cantidad de personajes: coprotagonistas, secundarios de “lujo”, secundarios y
extras..., todo un mundo vivo en el que, de repente, también conviven los
muertos, con sus pesares, cargas, dolores, amarguras y soledades.
Incluye
también, como en la novela anterior, figuras famosas del cine, música, humor;
es una forma de dar cotidianeidad a la historia, de acercarnos a los personajes
y su entorno. La autora casi nos hace creer que, en vez de tener un libro en
las manos y leer una historia (la historia que ella nos quiso contar en esas
páginas) consigue que nosotros, como lectores, nos sintamos parte de la trama,
que nos transportemos a su “aquí y ahora”, que vivamos en “vivo” entre
espíritus, nuevos amigos y, otros que, sin serlo, también nos dicen algo (Elton
John, Hitchcock, Sean Connery, Peter Pan, Zara –tienda de ropa– y más…).
Al
hacernos sentir tan cerca, tan dentro de la obra, consigue, en este caso, que
nos cuestionemos y nos hagamos preguntas como: ¿Es posible que convivan con
nosotros los espíritus de los familiares y amigos que, por la causa que sea, ya
fallecieron? ¿Será real el hecho de que una persona tenga la suficiente
sensibilidad como para poder verlos, hablar con ellos, sentirlos? Al final creo
que llegamos a la pregunta más impactante: ¿Por qué no? Acaso, ¿alguna vez no
hemos sentido como si algo o alguien nos vigilara y encaminase nuestros pasos
hacia el mejor de los senderos? ¿No nos ha sobresaltado un escalofrío en plano
verano, sin enfermedad aparente, y notado que algo se “adosaba” a nuestro
costado?
Con
esto llegamos a un realismo que, consigo, lleva la magia: la magia de las
palabras; palabras encerradas, primero, en el cerebro de Alicia Lakatos, ahora
en su novela: Un espíritu en mi sofá
que, desde aquí, invito a que leáis y disfrutéis con ella tanto como lo hice
yo. No os defraudará ni el tema ni su prosa: ágil, limpia y actual; una prosa que
no cae en la simpleza ni en la vulgaridad; tampoco en palabrería culta y, en
muchas ocasiones, totalmente vana.
Juana Castillo Escobar
Madrid, 9 de septiembre de 2019 –
14,03 a.m.
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